Aunque las temperaturas no acompañan, ya estamos en otoño. Y el otoño es por antonomasia ‘la estación de las setas‘. En esta época del año, el bosque se llena de amarillos, rojos y naranjas; un momento perfecto para coger la familia, la pareja, un grupo de amigos y descubrir los bosques de las comarcas gerundenses para buscar estos pequeños hongos tan apreciados. Seguramente, si sois amantes de este producto tan apreciado en nuestra gastronomía, conoceréis lugares y puntos exactos dónde encontrarlos razón por la cual, en este post no os descubriremos los mejores lugares donde se hacen, pero sí os detallaremos cuáles podéis encontrar, especialmente en las comarcas del Ripollès, la Garrotxa, la Selva y cerca del mar.
Desde Girona Casas Rurales os queremos proponemos tener como base una de las más de 240 casas rurales adheridas a Turismo Rural Girona, donde después de las caminatas podréis disfrutar de sus chimeneas y degustar en sus cocinas bien equipadas los frutos recogidos o hacerlos a la brasa en las barbacoas.
¡Advertencia! Si no sois expertos en la materia, ante cualquier duda es mejor dejar la seta en su sitio. Es mejor ir a cualquier tienda de proximidad de la zona donde estéis alojados y compralos. ¡Serán igual de buenos y os los podréis comer sin ningún tipo de problema!
Los rovellones, el más buscado
Son fáciles de reconocer y se suelen encontrar cerca de los pinos y otras coníferas. Los reconoceréis porque su sombrero, y a menudo la pierna, presenta unas manchas redondeadas y ligeramente excavadas. Cuando se corta sale un líquido de color vinoso parecido a la sangre o al óxido. En la cocina se puede cocinar a la brasa, como complemento de guisados o salteado y flameado. ¡Está buenísimo!
La Oronja o Amanita de los Césares, ¡exqusito!
Es una de las setas consideradas más exquisitas y excelentes de nuestro país. Se suele encontrar en bosques mixtos, poco frondosos y no muy fríos, preferentemente bajo robles y castaños, así como alcornocales. Se utiliza en varios platos, pero nosotros os recomendamos comerlo crudo, a láminas, con aceite y sal. ¡Exquisito!
Los rebozuelos, muy apreciados en la cocina
Los rebozuelos no tienen un hábitat predilecto, viven en todo tipo de bosques. Lo reconoceréis por su color amarillento, amarillo dorado o anaranjado, pero el pie es más atenuado en la base. Hace un olor agradable, afrutado, y su sabor es dulce. Muy apreciado en la cocina, es una seta carnosa que hace que, durante la cocción, absorba con marcada facilidad los jugos y extractos de su alrededor.
Una buena tortilla de trompeta amarilla
Se dice que cuando encuentras una trompeta amarilla ya puedes preparar preparate, porque casi siempre crecen en grupos muy numerosos. Se suele encontrar en bosques de pinos, principalmente en los de pino silvestre. De sombrero pardo grisáceo, en un principio convexo-umbilicado y después imbutiforme, de 3 a 6 cm de diámetro y margen muy ondulado. La cara inferior es de un bello color naranja suave. Es una seta de calidad que puedemos hacerla tanto en guisados como en tortillas y salteados.
El Cep, ideal en un arróz de otoño
Lo encontraréis cerca de las encinas alcornoques – no en los alcornoques de pino negro de montaña-, por lo que se lo conoce como alcornoques. Lo reconoceréis porque tiene una copa de 10 a 35 cm de diámetro, en forma de tapón de cava cuando es joven, de color variable, blanquecino, avellana, beige claro… Su carne es densa blanca, inmutable. Os recomendamos que hagáis un arroz on él. ¡Bueníssimo! Ya nos explicaréis cómo ha ido vuestra experiencia. Os animamos a compartir vuestra experiéncia en las redes sociales y etiquetarnos con el hastag #gironacasesrurals para poder compartir vuestras publicaciones.